No es que viniera, pero si es vino, me explico, si, como un libro cerrado, creo yo, que es por las copas de vino que llevo.
Y es que estando yo reunido en una tertulia muy interesante sobre ciencia con mis amigos Stephen, Newton y Albert. Cuando me dispuse a abrir una botella de vino, Albert me dijo señalando a la botella que de donde carajos había sacado ese vino de Harry Potter, yo me quedé un poco extrañado, pero después de ver el corcho con el logotipo de un jugador de QUIDDITCH pensé ¡Ost#@! Pero ¿qué coj@#~s? ¿Cuándo compré yo una botella de vino de Harry el Pota? , no me lo podía creer.
Nos quedamos los tres mirando ese corcho, extrañados, busqué la información en la etiqueta para saber dónde estaban cosechando ese vino mágico, hasta que se me cayó el corcho y quedó tendido en la mesa en forma vertical y entonces entendimos todo.
El vino, y se fue. Esa ilusión de vino, era una sugestión provocada, tal vez, por el alcohol o tal vez por algún hechizo de Voldemort. No, no… más bien si era el alcohol, lo tuve claro al día siguiente, cuando me di cuenta que no me había despedido de Albert, Stephen y Newton, creo que nunca estuvieron aquí…o sí, pero en mi mente.
